Hoy la estrella del 17Festival de Cine de Málaga ha sido la actriz Maribel Verdú, ganadora del premio Málaga-Sur.

Maribel Verdú

Maribel Verdú

En torno a las 13,00 horas descubría un monolito en su honor en el Paseo Marítimo Antonio Banderas.

Poco después, en rueda de prensa en el Salón Rossini del teatro Cervantes, declaraba que siempre es una alegría volver a Málaga con su luz azul y su mar, tan distinta del centro de Madrid donde reside la actriz.

Reiteró en varias ocasiones sus ganas de rodar una película en Málaga o Andalucía, bromeando con Juan Antonio Vigar, director del Festival, que “el de Grupo 7 ha hecho otra película y no me ha llamado”.

Anticipó que su próximo trabajo cinematográfico será felices 140  que empezará a grabar en julio, “fuera de Andalucía”, afirmaba con pena.

Recordó a su abuela materna y a Ricardo Franco, dedicándoles a ellos este premio, el primero que recibe en un festival.

Preguntada por su tardanza en obtener un Goya, declaró que sólo una vez se sintió ganadora, con la película La Buena Estrella. “Me comieron la cabeza con que ese año lo ganaría yo, además la película ganó todas las nominaciones menos la mía, sentí que decepcioné al equipo” confesó.

Preguntada por la crítica, dijo que es imposible caer bien a todos y que es inherente al ser humano tener prejuicios, aunque ella intenta evitarlos. Bromeó con el público del Cervantes al declarar que esperaba que los espectadores congregados luego en la Gala fuesen de los que les gusta la Verdú y no le lanzasen huevos. La anécdota de la tarde la protagonizaron sus patucos, perdidos en su última visita a Málaga con motivo del Festival de Teatro, y que tres meses después el hotel le ha devuelto.