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Imagen de la última manifestación que tuvo lugar el pasado 3 de abril

Las Enseñanzas Artísticas Superiores en Andalucía están inmersas en un período de incertidumbre, pero también de posibilidad. Las sentencias del Tribunal Supremo que, ante los recursos presentados por las universidades de Granada, Málaga, Sevilla y Politécnica de Valencia, anularon varios artículos del Real Decreto 1614/2009, los ha situado de nuevo en una encrucijada histórica. Una situación crítica cuyos azares y tensiones están teniendo el efecto de movilizar a una colectividad no siempre alerta ante las exigencias y desafíos de su futuro.

Hay que poner en evidencia los alcances de este nuevo fenómeno de concienciación, declarar la intensidad de una reivindicación que alinea a los conservatorios superiores de música de Andalucía (pero también a la mayoría de las otras instituciones superiores de enseñanzas artísticas) en sus aspiraciones de integración universitaria, dar voz a la encarnación de una voluntad de cambio que se ha expresado de forma transparente y democrática en las urnas, en múltiples votaciones celebradas en claustros y consejos escolares; iluminar la vida de tales sufragios, recogida en actas que son testimonio cabal de la memoria, la reflexión y el deseo.

Estas voluntades se han expresado, además, inequívocamente, proclamando que es la esfera propiamente universitaria, y no cualquier otro posible sucedáneo de la misma, la meta de sus aspiraciones. Así, el Manifiesto por unas enseñanzas artísticas superiores de calidad en Andalucía, un documento que empezó a ser sometido a la consideración de los órganos de gobierno en los conservatorios superiores de música andaluces en enero de 2011, señalaba ya “El escepticismo que genera en la comunidad educativa de nuestros centros la futura creación de un Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas Andaluz”, pues un Instituto “alejado de las estructuras universitarias no podrá ser más que un remedo de las mismas, […] que no asegurará al alumnado la paridad de medios materiales y académicos con aquellos que disfrutan sus compañeros universitarios.”

Inspirada en el texto del Manifiesto por unas enseñanzas artísticas superiores de calidad en Andalucía, en junio de 2011 se constituye en nuestra comunidad autónoma la Asociación para la Defensa de las Enseñanzas Musicales y Artísticas (ADEMAS), que declaradamente “busca la integración de los mencionados estudios en el sistema universitario actual.” Apenas nueve meses más tarde surgirá en Madrid una instancia paralela de alcance nacional: la Plataforma por la Integración de las Enseñanzas Artísticas Superiores en el Sistema Universitario, la cual se define como “Un espacio abierto a todas las personas, colectivos, entidades y organismos que consideran que la integración plena de las enseñanzas artísticas superiores en el Espacio Europeo de Educación Superior implica necesariamente la incorporación de estas enseñanzas al sistema universitario español […]”

El proceso de sensibilización es, pues, intenso y generalizado. Las pulsiones asociativas se han multiplicado en todo el Estado. En Málaga, el alumnado de nuestros centros (Música, Danza, Arte dramático) se manifiesta en las calles para mover a las instancias decisorias de este drama (Universidad y Consejería de Educación) a una interlocución responsable y leal 1. El mutismo ya no es hoy una opción plausible. Las EEAASS han decidido tomar –por fin– las riendas de su futuro.

  1. Las dos últimas manifestaciones tuvieron lugar los días 04/12/2013 y 03/04/2014. La intensidad del seguimiento y su repercusión mediática han tenido ya repercusión institucional.   (volver arriba)