El pasado viernes 4 de octubre disfrutamos en la Sala Edgar Neville de un nuevo concierto del ciclo La Filarmónica Frente al Mar. Ésta vez con Rafael Aguirre como invitado.

Con Adagio empezaba el concierto ante un auditorio que rozó el lleno. El principal atractivo de ésta obra se encuentra en la particular plantilla, sólo viento y percusión. Una obra donde se contraponen los temas melódicos de la introducción con el carácter rítmico de los segundos.

Le siguió en el programa el celebérrimo Concierto de Aranjuez, con Rafael Aguirre como solista.

El malagueño no dejó a nadie indiferente entre el público. Su técnica  es impecable y su sonido lleno de color. Lástima que lo enturbiara un teléfono que no paró de sonar durante buena parte de la cadencia del conocido Adagio.

Una interpretación muy madura, perfectamente complementada por la orquesta y la batuta de Jon Malaxetxebarria.

 

Tras el descanso, nos esperaba una selección de pequeñas piezas para orquesta, productos nacionales para terminar la noche de música española, donde cabe destacar La Obertura de Los Esclavos Felices, de Arriaga.

A pesar de que dio la impresión en algunos momentos que era la OFM quien tiraba de un director al que quizás le falten tablas para proyectos como éste, el sonido fue realmente bueno y el público disfrutó con estas piezas de carácter lúdico.

 

Alejandro Cano