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Ya que el pasado 29 de noviembre interpretaba la Orquesta Filarmónica de Málaga el Concierto para violonchelo y orquesta Op. 104 de A. Dvorák, aprovechamos para hablar con el chelista y solista de dicho concierto Tilman Mahrenholz.

¿Qué cree que le aporta su interpretación al concierto de Dvorak?

Pues lo he estado debatiendo hoy con el director. Él, que ha dirigido este concierto en varias ocasiones, me comenta que ve mi versión como una que se atiende bastante a las directrices del compositor. Añado poco rubato y cambios de tempo. Otros chelistas hacen una interpretación mas libre.

 

¿Con qué compositor se siente mas cómodo? Me gustan mucho los románticos. Tengo un dúo con un pianista e interpretamos mucha música romántica. Beethoven, Rachmaninov, Chopin…

 

¿Y con la música contemporánea se siente a gusto?

Si, me siento cómodo. He hecho mucha música contemporánea en el pasado. En mi periodo de estudiante, cuando buscas explorar otras cosas, analicé muchas partituras nuevas. Aunque me gusta más el repertorio tradicional, creo que es un desafío. Aunque por supuesto, hay que interpretar obras contemporáneas.

 

Hablando de música contemporánea ¿Porqué cree que no hay público en las salas cuando se programan este tipo de obras?

Esa es la eterna pregunta. Yo pienso que la gente que cree que entiende a Beethoven mejor que la música de hoy igual no está en lo cierto. Mas bien reconoce a Beethoven, que es muy distinto de entenderlo. También he de decir que no estoy muy seguro de si en la época de Bach la gente iba a las salas o también eran reacios a esa música. Quizás, en algunas ocasiones, la música contemporánea es muy compleja y al no ser habitual en las programaciones la gente la conoce muy poco y le cuesta acercarse a ella. El público tiende a ir a por lo conocido en vez de lo nuevo.

 

¿Cree que hay oportunidades para los mas jóvenes?

Yo creo que sí hay oportunidades. En España o en Italia hay muchos pequeños concursos para la gente joven. Evidentemente siempre podría ser mejor, y ahora en época de crisis se reduce la actividad. Quiero decir que la Filarmónica de Málaga tiene la intención de sacar un concurso para jóvenes intérpretes y el ganador tocará con la Orquesta por Andalucía.

 

¿En qué beneficia y perjudica que este año no haya director titular en la Filarmónica?

Pues nos beneficia en que nos obliga a los músicos a ser conscientes de que somos una orquesta, somos un equipo y debemos tener una identidad. Nos sirve de incentivo para decir somos nosotros los que tocamos, somos una orquesta. Perjudicial…digamos que tener un titular es tener un capitán de barco que indique el rumbo. Ayuda a tener una línea interpretativa, a tomar decisiones…, facilita la labor. El tener un capitán también es importante en esta fase de dificultad económica, para que de la cara por todos ante los políticos.

 

Ahora está muy de moda el debate sobre la entrada de los conservatorios en las universidades ¿Qué opina?

Pues supondría unir los estudios del conservatorio a lo que es la investigación académica, puede tener beneficios. Aunque si los profesores siguen siendo los mismos…Yo echo en falta ofrecer desarrollo artístico individual, todos los alumnos estudian lo mismo, independientemente de las deficiencias que tengan. Creo que el debate debería centrarse en eso más que si entramos en la universidad. Habría que pensar más en el plan de estudios.

 

¿Qué le gustaría hacer en la música que no haya hecho todavía?

Pues tengo un proyecto en mente para hacer con mi pianista, que es interpretar la integral de Beethoven para piano y chelo, me encantaría hacerlo. Si volviera a tener la oportunidad de tocar con orquesta me gustaría hacer Shostakovich, las suites Bach también me gustaría representarlas algún día en 2 o 3 conciertos.

 

¿Cuál ha sido la ultima alegría que le ha dado la música?

La preparación de este concierto. Es un placer tocar esta obra.

 

¿Qué consejo le daría a un joven chelista?

Que se sumerja en música, que se empape. Salir fuera, ir a todas las clases de oyente, aunque sea a clases de oboe o de clarinete, ellos también tocan Schumann. Escuchar grabaciones… En los últimos años me ha aportado mucho la practica de la técnica Alexander, porque beneficia el trabajo, debería formar parte del curriculum de los conservatorios, porque fomenta una mejora del uso de tus recursos tanto a nivel físico como mental, y en el escenario tiene una repercusión buenísima Tocar el piano, ofrece comprensión polifónica, pensamiento en varias capas, otro tipo de producción del sonido.

 

¿Qué chelistas han sido sus ídolos?

Hayfield, un chelista austriaco muy energético, muy creativo, hizo una integral de Bach en vídeo que me impresionó mucho. En mi fase de estudios me gustaban muchos de los que se dedican a la interpretación histórica como Alba Birsmack, holandés. En los últimos años cada vez mas me inspiran más los antiguos tradicionales, Rostropóvich, Casals…

 

¿Porqué escogió el chelo como instrumento? Mi padre es músico, él estudió piano, y cuando yo tenia edad me dijo que tocara el chelo porque tenia las manos grandes. Y ahí empezó todo (risas).

 

¿En qué aspecto cree que ha evolucionado más su interpretación?

He podido experimentar que uno se convierte en músico cuando empieza a trabajar, cuando ya no tienes un profesor que te diga como debes tocar y tienes que solucionar tu las cosas. Eso cambia tu manera de tocar, de estar en el escenario… A mis alumnos siempre les digo ¿cómo quieres tocarlo? ¿rápido, lento…? Hay que tener autonomía, y eso se debe incorporar a los conservatorios, hay que tener un criterio propio. Mi padre decía que su meta como profesor era hacerse prescindible.

 

Y por último, ¿Cuántos chelos tiene?

Pues seis. El primero me lo compró mi padre, un medio. Luego tuve un tres cuartos, después mi primer chelo grande… Cuando decidí que me dedicaría a esto me compre un chelo mejor y poco después me adquirí otro, con el que accedí a mi plaza en la Filarmónica, No hace demasiado compré el que tengo ahora, con el que estoy muy contento. Acabo de llegar de Alemania de ponerlo en forma.