Orquesta Filarmónica de Málaga, Semana Santa, BachLa presente temporada de la Filarmónica de Málaga empezó con un emotivo minuto de silencio en la memoria de D. Pedro Aparicio, quien fuera fundador de la Orquesta y principal culpable de la reapertura del Teatro Cervantes de la ciudad.

Tras este momento, el pianista Konstantin Scherbakov salió al escenario para interpretar el Concierto Segundo para piano del compositor ruso Rachmaninov.

Donde pudimos apreciar la técnica sobrada del pianista, en una conjunción con la orquesta que por momentos era mejorable, pero el público, con ganas de volver a escuchar música tras el largo verano, aplaudió sin cesar cuando llegó el final.

En la segunda parte nos esperaba la séptima sinfonía de Antonin Dvórak, donde apreciamos una calidad sonora superior a la del concierto, especialmente en el segundo movimiento donde la orquesta dio sensación de ser un todo y apreciamos con claridad y disfrute los distintos timbres y colores que Dvórak dejó reflejados en la partitura, aunque la sinfonía en general aún dista de esa excelencia sonora de la que el Maestro Hernández-Silva nos habló en la entrevista de mayo.

Buen comienzo de temporada, sin duda, con un programa denso y un Teatro lleno que ha recibido la dirección titular de Hernández-Silva con un aumento de abonados, pero hay que esperar a ver como avanza la temporada para poder hacer un análisis más pormenorizado de lo que va a ser la orquesta en los próximos dos años.