En esta ocasión tenemos el placer de charlar con uno de los compositores y orquestadores más relevantes del siglo XX, Samuel Adler:

Estudió con Walter Piston, Aaron Copland y Paul Himdemith entre otros, ¿qué destacaría de ellos?

El punto culminante de mi estudio con estos tres grandes compositores fue adquirir un sólido dominio de la técnica, lo que es fundamental para un compositor.

También estudié a fondo la armonía tradicional, el contrapunto y la forma, a pesar de que estos han cambiado mucho en nuestro tiempo, son la base para cualquier cambio o experimento. Estos maestros fueron capaces de poner su dedo las debilidades de mis obras de estudiante y de desafiarme a luchar con los problemas y encontrar soluciones. Este tipo de enseñanza me hizo pensar y descubrir problemas y herramientas que me vendrían bien a lo largo de mi carrera.

 

Entre sus últimas composiciones se encuentran varios conciertos, ¿cree qué es necesaria una gran madurez y personalidad para abordar la composición de una de estas obras?

He escrito 15 conciertos hasta ahora y cada uno para un artista o grupo en particular. Esto siempre me inspiró a escribir, siempre me ha gustado poder ver antes al artista o grupo que lo interpretará para tratar de captar su personalidad en la obra. Esta práctica también me ha dado la oportunidad de ampliar mi horizonte y hacer de cada concierto una obra única.

 

¿Qué encuentra entre sus últimas obras que hubiera en las primeras?

Mis primeras obras estuvieron muy influenciadas por mis maestros, especialmente Copland, Hindemith y Piston. Esta influencia ha ido disminuyendo conforme he avanzado en mis habilidades y he ido desarrollando una voz propia.También avanzamos como personas, nuestra visión del mundo cambia y esto se refleja en toda obra de un artista.

 

¿Qué opina de las vanguardias emergentes tanto en América como Europa?

Siento que en cada período creativo tiene que haber un ‘vanguardista’ para alejarse de la norma. Hoy en día, creo que hay una gran división entre Europa y América. El europeo está aún influenciado por la ‘Darmstadt-School “y también por los efectos que se produjeron tras la Segunda Guerra Mundial, mucha de la música que yo llamaría cruel y enojada. Mientras que la vanguardia en Estados Unidos está inclinada al sonido en vez de contenido. Hay una gran influencia de los sonidos electrónicos e informáticos ,especialmente en los compositores más jóvenes.

 

¿Adivina un buen futuro para los jóvenes compositores? ¿Cree que tienen suficientes oportunidades hoy día?

Soy muy optimista sobre el futuro de los jóvenes compositores. Después de haber enseñado a cientos de jóvenes durante más de 60 años, veo enormes talentos que escriben música emocionante y encuentran lugares inusuales para presentar su música. A medida que el siglo XXI cambia muchas cosas, siento que la música de concierto no morirá sino que se fortalecerá gracias a las ideas vitales y progresistas de los jóvenes.

 

¿Pensaba que su libro sobre orquestación tendría la repercusión que tuvo? ¿Cómo es saber que miles de músicos lo nombran diariamente como referencia?

Estoy encantado de que mi estudio de orquestación haya sido tan bien recibido y que haya ayudado a muchos compositores, arreglistas, y  músicos. Tengo la esperanza de que la nueva edición que se publicó este año sea de mayor ayuda, ya que contará con los audios de los ejemplos musicales disponibles con cada volumen.

 

Ha sido durante muchos años profesor de composición y jefe de departamento en la Escuela de Música Eastman, ¿qué virtudes tiene el sistema educativo en EEUU y qué puntos flacos?

Creo que la enseñanza de la música en las escuelas estadounidenses es  excelente. Por supuesto, hay algunas escuelas más dotadas de otras, pero aún así tenemos grandes facultades para enseñar a todo el país y mantener los estándares de calidad.
Las debilidades en algunos lugares son el recorte de presupuesto, aunque tengo la esperanza de que seremos capaces de convencer a todos los colegios y escuelas del estado para no cortar sus programas de arte por problemas financieros. Es importante mantenerse en la mejor posición para poder obtar a los mejores profesores. Este problema surgió a mediados del año 2008 tras la recesión económica, aunque preveo que será corregido en el futuro.

 

Ha dirigido a numerosas orquestas durante su carrera, ¿cree que es importante qué un compositor dirija sus propias obras? ¿Qué le aporta a un compositor el campo de la dirección?

Depende de lo buen director que sea el compositor. Yo he sido director toda mi vida y es por ello que he tenido éxito en la realización de mis propias obras, pero he visto compositores que no tienen formación de directores y han cometido errores graves al dirigir sus composiciones. Muchas veces me gusta ver como otros directores trabajan para representar mis obras, así puedo conocer la idea que tienen sobre  ella y ver si le gusta y está cómodo trabajando con la obra. Creo que es importante que el compositor acuda a los ensayos para facilitar el trabajo al director y a los intérpretes en la medida de lo posible, así también estarán ellos más cómodos y posiblemente en un futuro querrán seguir trabajando con otras obras del compositor, aparte de asegurar de esta manera que las aspiraciones que el compositor tenía en la obra se ven cumplidas.

 

¿Qué es para usted la música?

Muy simple, la música ha sido mi vida. No me podía imaginar la vida sin la inspiración constante de la materia.

 

Actualmente hay muchas corrientes creadoras que relegan el papel de la orquesta a un plano secundario, o incluso prescinden de ellas, ¿qué opina de estas tendencias?

Me siento muy apenado por los compositores que reniegan de las fabulosas cualidades de la orquesta. Los que piensan que ya no es válida están negando una gran oportunidad para ellos, ya que la orquesta quizás sea uno de los mayores logros de la cultura occidental, como reflejo del mundo heterogéneo en el que vivimos, y componer para esta formación es una oportunidad única y especial.

 

Alejandro Cano

David Wadie